Año 2010, espero que sea algo mas relajado que el año 2009 (que equivocado estaba), sin duda el día 31 de Diciembre no lo olvidare, después de un año algo distinto y extraño, que mejor manera de terminar el año que haciéndolo a lo grande.
Te despiertas, te vistes y te vas a trabajar, al finalizar el día tu jefe decide invitaros a todos a tomar unas cañas, bebes cerveza, después otro y otra mas hasta que te pillas un buen pedo sin darte cuenta.
Luego un compañero te dice que le acompañes a comprar ropa, tú solo piensas en mear. Llegas al barrio de Quintana, entras en una tienda de ropa y te pones a mirar, agarras un chaleco e intentas probártelo, pero cabezota ¿no te das cuenta que estás borracho? y ocurre lo que menos te piensas, ¡zas! prenda rota, bueno, no pasa nada, lo escondemos detrás de la camisa en la percha y lo dejamos en el primer sitio lleno de ropa que veamos y nos largamos cagando leches (y aun así, sigues queriendo mear).
Después te despides de tu compañero, le deseas feliz año nuevo y te vas a casita, eso si, aprovecha ahora que puedes y busca un baño que nadie te mete prisa, salvo tu pene claro. Por fin has vaciado tu depósito, que sensación más orgásmica, más relajante, así que con tanta paz en tu interior, demos un paseo hasta casa. Por el camino piensas: mierda, ahora se pone a llover, pero bueno con tanta paz en mi interior me da igual todo. Lo que hace estar borracho. Llegas a tu casa, despejado, empaz con tu interior (nunca mejor dicho) y totalmente empapado, te tumbas y te relajas, después de 1 hora empiezas a escuchar los ladridos de un perro, suena como si estuviesen llamando a alguien. Te acercas a la puerta y abres, te encuentras a un pobre perro abandonado y piensas: joder he bebido demasiado, ahora veo chuchos en mi portal, voy a darme una ducha.
Por fin, agua caliente, que relajante, tus músculos lo agradecen y tu borrachera se va poco a poco, pero los ladridos de aquel perro vuelven a retumbar en tus oídos, no puede ser, no has bebido tanto, será que no estás acostumbrado. Te diriges a la puerta de nuevo, abres y te vuelves a encontrar cara a cara con aquel pequeño perro, ¿por qué se sienta cuando me ve? ¿Por qué se calla? ¿Qué quiere de mí? ¿Quiere que le abra la puerta de la calle, es eso? Y el perro se marcha tranquilamente, pero no lo entiendes y decides asomarte por la ventana, ¿qué estará buscando? ¿Por qué sigue un rastro? Da igual, te vistes rápidamente y te vas detrás de el, ¿pero dónde esta? ¿Cómo ha desaparecido tan rápidamente? Después de dar una vuelta por las calles vuelves a casa preocupado por si te estas volviendo loco y cuando llegas a tu portal ahí esta él, sentado de nuevo, mirándote con la boca abierta y la lengua fuera y sin parar de mover la cola de un lado a otro golpeando la calzada. ¿Por qué está tan contento? ¿Quiere jugar? Ya da igual, le sigues, te da dos vueltas por la calle sin sentido, le salvas de ser atropellado, joder nada mejor que jugarse la vida por un perro que no sabes si tendrá dueño o no, el chucho echa a correr después de otra vuelta, pero esta vez no logras alcanzarlo y lo pierdes de vista, así que vuelve a casa y termina el año comiéndote unas uvas.
Tu padre esta preparando la cena, pelando las uvas, su amigo esta en el comedor, viendo la tele, te quitas la chaqueta y te sientas en la silla del comedor, os preparáis para cenar, que delicioso esta el puré de papas natural, que rica esta la charla, pero algo no encaja, llevamos mucho tiempo charlando, estoy seguro que algo se nos olvida. ¡Mierda! Son ya las 12:02 joder, ni nos hemos enterado de las uvas... que le vamos hacer.
Tu último esfuerzo del año se podría decir que ha sido, coger la copa de champán, hacer un brindis por el año nuevo, echar la vista atrás, mirar el 2009 y pensar: puto año de los cojones, hasta el último segundo ha tenido que ser de lo más extraño, adiós 2009. Te bebes el champán de un trago y ya estas listo para un nuevo año.
Feliz 2010 a todos…