viernes, 3 de septiembre de 2010

Carcel Reina Bruja

Era una noche de verano como otra cualquiera en Madrid, nos disponíamos a viajar a un hermoso lugar llamado Reina Bruja, nos habian hablado muy bien de ese lugar, buena musica, buenas mujeres, buen ambiente.
Cual fue nuestra decepción al intentar adentrarnos en el local, que en la entrada había tres hombretones vigilando la entrada como Cancerbero a las puertas de el aberno; y a uno de nosotros nos tocó mostrar nuestra identificación. Habiendo vencido a Cancerbero, nos disponiamos a pasar la siguiente prueba cuando vemos a una mujer en la entrada que nos quería cobrar por entrar. Doce euros me pidió por dos copas, amablemente le pagué, después nos avisó que en realidad doce euros debíamos poner cada uno, doce euros más solte, mi bolsillo se resentia, espero que los muertos no tengan que pagar tanto para encontrar el descanso eterno que tanto anhelan. Una vez dentro de el aberno, por seguir con la metáfora, nos dimos cuenta del vacio interior que habia allí, solo dos almas mas encontramos. En aquel momento, la llamada de una amiga me devolvió las esperanzas, íbamos a salir en su búsqueda, pero desgraciadamente no nos dejaron abandonar el Reina Bruja, nos obligaron a permanecer dentro de sus oscuras paredes a la espera, puesto que hasta la una y media de la mañana no te sellaban para salir y entrar a tu gusto. Cuando por fin empezó a llegar gente decidimos ir a por nuestras copas, no podíamos tomar Chivas porque no entraba dentro del presupuesto de dos copas por doce euros... SIN DUDA FUE UNA BONITA NOCHE.

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